Esta mañana (por decir algo, porque hoy en Barcelona, a las 7 am era noche negra, negra y fría, muy fría); como iba diciendo, esta mañana , tomando el ansiado, necesario y único café del día, abrí el correo…y en el Facebook descubrí una foto de la página psicología infantil que me encanto…con un texto que hacía reflexionar sobre la gran capacidad que tienen los niños para explorar (muy interesante), y me quede hipnotizada por la foto…
Y entre un estado de hipnosis y meditación pensaba en como de equivocados estamos los adultos …con nuestras normas, nuestras prisas, nuestros juegos y juguetes…
Cómo (con la mejor intención , no lo dudo) queremos guiar esa capacidad de exploración…»fulanito, te he comprado este juguete para que aprendas muuuucho, con este juguete si que podrás aprender a construir»…»menganita, juega juega a este juego que te he regalado que ya verás que bien te lo pasas …»…Y así hasta el infinito… Compramos y compramos juguetes ( ya sean juguetes de los chinos, de grandes almacenes, juguetes a secas, juguetes pedagógicos o juguetes ecológicos ), y lo hacemos pensando, en la mayoría de los casos, sólo en nosotros, en lo que creemos que es mejor para nuestro niño …porque nosotros somos los que sabemos, los que tenemos el dinero, el poder…no ellos…, como mucho les damos una revista de juguetes para que se las miren, llenas de Pepas, Doras (curiosamente exploradora) nancies, barbies, mascotas a pilas, etc…En fin…
La foto me ha hecho pensar en que estaría bien observarles, mucho, más de lo que hacemos…y ofrecerles varios recursos para que ellos exploren, pero a veces los recursos no tienen que ser materiales, el recurso puede ser la arena de la playa, la harina de la cocina, la montaña y su infinidad de posibilidades (hojas, palos…), explorar en un mundo real siempre fue más divertido…
Y podéis pensar que no es incompatible comprar/regalar juguetes/juguetes ecológicos (sobretodo sí son de El teu petit món …jejejeee!) con explorar en el mundo real con todas las posibilidades de juego que tiene , y es verdad, pero creo (en mi muy humilde opinión) que la rutina, el ritmo de vida, las prisas y cansancios de los adultos, hacen que olvidemos esa necesidad de explorar de las criaturas en y por la realidad, en el suelo ,en la arena ,en el monte que pisamos…y nos es más cómodo, mucho más, comprar, comprar y comprar …
Feliz viernes
El teu petit món
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